Vacaciones de Semana Santa VIII

Otro día sin Faunia, lluvia y más lluvia.
Así que hoy nos hemos decantado por los muñecos y su alimentación, vestido... Tras un buen rato dando de comer al Nenuco nos hemos ido a comer nosotros. 
La tarde de nuevo en casa. Lluvia tras el cristal. Estas no son las vacaciones que había pensado, se me están pasando muy rápido y poco estamos haciendo. 
Ha llegado la hora de recoger, bañarse, cenar... Y al ir a guardar el Nenuco con el que habíamos jugado por la mañana, SORPRESA. Tenia el pañal de un color muy sospechoso: ¡tenía caca! Suerte que llevaba pañal, no quiero pensar en lavar el sofá sobre en que lo había dejado.
Ser novata con lo de los muñecos es lo que tiene, en mis tiempos las cosas no eran tan realistas. 
Enseguida he llamado a la niña, para que viera lo que había hecho su muñeco y se hiciera cargo de la situación. Ella está acostumbrada a ayudar con el pañal de su hermana, por lo que es un proceso que conoce a la perfección pero, entre las horas que llevaba aquello allí, y que el liquidillo verdoso había salido por su sitio y entre el cuerpo y las articulaciones... Un desastre. La pobre ha ido a por las toallitas y ha hecho lo que ha podido, pero al final he tenido que bañar al muñeco y lavarle la ropa mientras ella cenaba. 
No había visto algo así nunca, y de pañales sé. ¿Qué le ha dado de comer? ¿Le habrá sentado algo mal? ¿Tendremos el virus de la gastroesteritis acechando? No se que pensar, pero desde luego lo voy a poner a dieta.
Ahora tengo el muñeco en el fregadero, escurriendo. Mañana ya pensaré que hago con el.