miércoles, 1 de junio de 2011

El paseito de esta mañana.



Esta mañana me he levantado cuando todavía había paz en casa. Sabía que no quedaba mucho para que alguna de las peques me llamara y en cualquier caso Dulçura tenía colegio. He disfrutado casi un cuarto de hora de mi silenciosa casa, me he relajado y he tenído tiempo de pensar un poco.
¡Mamá! ya he dormido. Fin de la paz.
Desayunos, camas, uniforme, baños... lo de todas las mañanas. Y rumbo al cole.
Pero hoy el día empezaba distinto. Y tan distinto.
Mi hermana y mi cuñado se habían ofrecido a llevar a la niña al cole, como hacen muchos días, y aprovechando el buen tiempo iban a ir andando. Como tengo la inmensa suerte de contar con mi madre que se queda a Pirata (o a quien haga falta) me he ido con ellos.
Menudo paseo. Hemos ido hasta el colegio atravesando el parque del Retiro. Mirando a los patos, saludando a los pavos reales y a sus crías, disfrutando de árboles con formas llamativas. Todo ello desde la visión de una niña y un niño, porque los ojos de mi cuñado siguen siendo los de un niño. Vamos, un autentico privilegio.
Seguramente si todos los días comenzaran así no sabría disfrutarlo, como sucede con otras cosas que tengo en mi día a día y que a veces no valoro. Pero hoy el día ha sido distinto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Menuda gozada