lunes, 5 de septiembre de 2011

Pirata empieza la guardería. Periodo de adaptación.

Hoy ha sido el primer día de Pirata en la guardería. Un paso más. Un cambio importante para ella, puesto que por primera vez se queda con personas desconocidas en un lugar que le resulta extraño.
Estamos en periodo de adaptación, que a ella le llevará aproximadamente un mes y a mi el resto de mi vida. Porque cada cambio en ella es un reto para mí, una mezcla de sentimientos de alegría y tristeza: es normal crecer, madurar, pero yo me quedo sin bebé a cada momento.

A mi favor que conozco la escuela, es la misma a la que fué su hermana y se que estos días los dedican a cantar, jugar, conocerse...  Les dan libertad para jugar con lo que quieran, moverse a su antojo, respetando el ritmo de cada niño. Estos días son muy flexibles en el horario, en las comidas y en el sueño de los peques. Todo ello con extra de mimos.
Pero la confianza que tengo en los profesionales de la guarde no implica que yo no sienta angustia, y aunque intento estar tranquila cuando la llevo, al salir sin ella tengo dudas: ¿abandono?, ¿culpa? 
Se que tiene que ser así. Con las dos me he tomado un tiempo de "descanso laboral" para disfrutarlas a cada segundo, pero hay que volver a trabajar. Se que a la larga será bueno para ella relacionarse con otras personas, conocer diferentes espacios, ganar en autonomía. Pero hoy ha sido un día raro.

Por la mañana la hemos acompañado la iaia, su hermana y yo. Ha sido reticente a entrar, la iaia se quedaba fuera. En mis brazos la he llevado hasta la clase, llena de niños y papás, y ya quería bajar para jugar. Ha venido un par de veces buscandome, quiza intuyendo lo que iba a pasar. Pero la curiosidad la llevaba de nuevo a conocer los diferentes rincones de la clase, los juguetes esparcidos, los otros niños... Su hermana le ha dicho que nos íbamos y le ha dado un beso, ella ha contestado con un no, seco y fuerte, que se me ha clavado en el alma. Yo le he dado un beso incapaz de decirle nada. Ha seguido jugando y nos hemos marchado.

Tras algo menos de tres horas en las que no he dejado de pensar en ella ni un minuto hemos regresado a la escuela. Estaba en el patio correteando. Nos ha visto y ha sonreido, pero ha seguido jugando. Su hermana se ha unido al juego mientras nos daban el parte. Ha llorado a ratos, otros ha estado distraída jugando. Estaba cansada y al llegar a casa ha comido y se ha dormido un ratito. Por la tarde visita a la prima, ¡una preciosidad! De momento ninguna conducta extraña. Y mañana más.

Y vosotros... ¿QUÉ OPINAIS DE LAS GUARDERÍAS? ¿CÓMO HAN REACCIONADO VUESTROS PEQUES? ¿ALGÚN CONSEJILLO?




sábado, 3 de septiembre de 2011

Pon los brazos que te la voy a dar. Carta abierta a mi sobrina.

Pon los brazos que te la voy a dar


Una frase que no olvidaré mientras viva. Significaba que mamá y papá ya te tenían entre manos. Ya estabas en nuestro mundo que desde ese momento es también el tuyo. Bienvenida.

Desde el otro lado de la puerta de un paritorio se disfruta de otra manera. Es mi hermana la que lo estaba pasando fatal, mi cuñado solo un poco menos, la iaia sufriendo porque todo saliera bien, la abuela dando vueltas y más vueltas en una espera larga y trasnochada. Yo viviendo en directo el acontecimiento, sin dolor físico, pero con los sentimientos a flor de piel. Tu tío desde casa sin pegar ojo. Y las primas placidamente dormidas intuyendo que, unas horas después, tendrían el mejor juguete que sus padrinos les podían dar.

Ahora ya estás aquí. Con tu mata de pelo, tu nariz respingona, esos ojitos con los que de vez en cuando nos regalas una sonrisa que compensa el dolor de mamá, los nervios de papá. Una iaia y una abuela que viven en una nube, muy cerca de los que te miran desde el cielo. Unos tíos que te adoran, unas primas que te quieren disfrutar. Y muchos más.

Por fin estas aquí, rodeada de muchos que te quieren. Y yo solo deseo poder compensarte de algún modo toda la felicidad que has traído a este mundo. Tu mundo.